domingo, 14 de abril de 2013

¿QUÈ ES UNA ORGANIZACIÓN?



¿QUÈ ES UNA ORGANIZACIÓN?

            Para comenzar a entender lo que será nuestro objeto de estudio, la organización, es necesario conocer en profundidad su definición, sus perspectivas, sus alcances y sus límites.

            La palabra organización tiene distintas connotaciones. Una primera acepción la vincula al acto o acción concreta de organizarse, como cuando se dice “estamos en proceso de organización”, “es importante la organización de la fiesta”, “Hay que definir la organización de la clase”, etcétera. Una segunda acepción de la palabra la vincula a lo que se denominan tipos de organización, como Club Atlético River Plate, Microsoft, Coca-Cola, Sociedad Rural Argentina, Musimundo, Asociación Barrial, Garbarino, Ministerio de Economía, Iglesia Católica, etcétera. Desde esta perspectiva, cada una de esas palabras puede ser asociada con organizaciones distintas por cada lector.

            Este libro, al denominarse Teoría de las organizaciones, hace referencia a la segunda acepción de la palabra, aunque, a fines prácticos, se analizará también la primera, indicando las distinciones pertinentes.

            Vivimos en un mundo de organizaciones, y es por este motivo que se han convertido en un objeto de estudio; y así como hay distintos tipos de organizaciones en la práctica, existen varias definiciones del concepto de organización. A continuación veremos algunas de ellas.

            Leonardo Schvarstein, reconocido especialista en organizaciones, argentino, contemporáneo, se refiere a las organizaciones:

·       como establecimientos – por ejemplo escuelas, hospitales, negocios, etcétera- a los cuales se les asigna una finalidad social determinada.
·       definiéndolas como entidades compuestas, en tanto resulta útil para su análisis la distinción de sus partes componentes y la interacción entre éstas;}
·       como construcciones sociales, en tanto no existen más allá de la percepción que de ellas tiene un observador.

En esta definición podemos identificar tres aportes importantes:

·       la visión de una organización como un “lugar” visible y reconocible;
·       nos acerca al concepto de sistema al distinguir “partes componentes” y
      reconocer una “interacción entre éstas”, lo cual significa que en función 
      de una finalidad social determinada, cada persona, sector o grupo actúa 
      con los demás en función de su logro;
·       introduce el factor humano como fundamental para la definición de una organización, en cuanto a que las percepciones, es decir, la apreciación a través de los sentidos de un observador humano, son determinantes para establecer ante qué organización se está.

Nuestra opinión sobre organizaciones es parcial y relativa, tanto acerca de su accionar como de su evolución, de sus resultados, de su utilidad o de su valor; en síntesis, sobre su realidad. Las organizaciones pueden ser “miradas” desde distintas perspectivas y lugares. Eso va a condicionar la definición que se puede dar de ellas, ya sea desde dentro o fuera de ellas, como desde una posición directiva o de base. Esto se debe a que tenemos enfoques. Los enfoques son organizadores y a la vez condicionamientos del conocimiento. Por ejemplo, una estación de servicios es una organización, pero es vista en forma distinta por un consumidor de nafta, por un proveedor de nafta, por un vecino preocupado por la ecología de la zona o por un empleado.
           
Los condicionantes nos llevan a construir distintas definiciones de una organización y por ello no es posible establecer una única definición de carácter permanente. Sin embargo, este no debe ser un factor que desaliente a la hora de definir a la organización que estamos observando. Justamente aquí se plantea el desafío de transitar por los distintos enfoques condicionantes y parciales, para poder acercarnos al conocimiento de la realidad de “esa” organización.
           
Bernardo Kliksberg es un reconocido experto argentino en administración y gerenciamiento social y consultor de organismos internacionales. Él le asigna los siguientes contenidos al término organización:

·       es una institución social;
·       es un sistema de actividades que desempeñan sus integrantes;
·       se caracteriza por su coordinación y crea expectativas fijas de comportamiento recíproco entre sus miembros;
·       tiende hacia determinados fines;
·       sus características, comportamiento y objetivos son profundamente incididos por las características del medio económico, político, social, cultural, etcétera, en donde se desenvuelve, determinando a su vez con ese medio un proceso de constante interacción.

            Como se observa, Kliksberg reafirma la visión de las organizaciones como sistemas sociales, es decir, personas que interactúan y que dependen unas de otras para el logro de los objetivos individuales y generales, y que actúan con el medio ambiente externo. El medio ambiente externo está formado, entre otros, por proveedores, clientes, competidores, comunidad, gobierno, socios, otros actores sociales, y además por la interacción entre ellos y la organización.
           
Kliksberg también sostiene que existe una influencia  recíproca, es decir, que las organizaciones influyen sobre el medio ambiente en el que actúan y, al mismo tiempo, son influidas por los distintos componentes del medio ambiente.
           
Agrega en esta definición la idea de una coordinación –es decir, un ordenamiento entre las acciones de las distintas personas- como método principal para el desempeño de las distintas tareas necesarias para el logro de los objetivos. Señala que este ordenamiento es esperado recíprocamente (unos con otros) por cada uno de los integrantes, para poder sumar sus acciones individuales a las del conjunto.
           
Donnelly Gibson e Ivancevich, en su libro Las organizaciones, las definen como “entidades que permiten a la sociedad perseguir las aspiraciones que no pueden alcanzar los individuos por separado” Esta definición hace hincapié en lo que sus autores denominan como “comportamiento organizacional” Es decir, es la entidad “organización” la que permite (en una acción dirigida) a la sociedad alcanzar determinadas aspiraciones, metas y objetivos que cada uno de sus integrantes tiene por separado.
           
Por ejemplo, si los padres (miembros de la organización familia) quieren que sus hijos estén preparados para los desafíos de la vida, pueden inculcarles valores acerca de lo que está bien o mal hacer, pero para completar la información requieren que sus hijos accedan a otros conocimientos más amplios, variados y abarcativos para que puedan orientar sus decisiones en el futuro. Esta información complementaria y sistematizada se la proporcionarán las organizaciones educativas, como colegios, institutos, universidades, centros culturales, etcétera.
           
Esta definición contiene una orientación humanística: las personas y sus actitudes, percepciones, capacidad de aprendizaje, sentimientos y expectativas, todas ellas derivadas en aspiraciones, son de suma importancia para el establecimiento de estas entidades.
           
 Las organizaciones contribuyen en el logro de las aspiraciones u objetivos personales de sus integrantes. También es necesario tener en cuenta al entorno (la sociedad) que recibe, se modifica y contribuye con esta acción. Por ejemplo, si una familia necesita una cantidad determinada de ingresos para sobrevivir, es en las organizaciones donde buscará, a través de su trabajo, ganar esa cantidad de dinero para cumplir con ese objetivo. Los integrantes de esa familia podrán medir y evaluar si los ingresos logrados (en este caso, sus objetivos o aspiraciones) son los que ellos necesitan o desean.
           
Hasta aquí se han propuesto algunas definiciones sobre el concepto de organización con distintos grados de complejidad. Ésta es una forma de empezar a comparar. A esto se le debe sumar el hecho de que, dependiendo desde donde se la mire y analice, se podrán observar distintas realidades, detectar diversos problemas y generar diferentes soluciones.
           
En síntesis, son ricas y diversas las definiciones que podemos encontrar sobre organizaciones. En general, todas toman en cuenta el grupo humano, a la coordinación de tareas y al logro de objetivos.
           
Los aportes que dan los diversos autores que han investigado y escrito acerca de este tema nos acercan al conocimiento de las características más salientes de las organizaciones y nos ayudan a comprender su gestión. Pero, ¿podemos hallar una definición única y universal de lo que es una organización? Después de ver las características, los elementos y los tipos de organizaciones trataremos de aproximarnos a una respuesta.


CARACTERÍSTICAS DE LAS ORGANIZACIONES 


            La mayoría de las organizaciones tiene características en común:

  • dan trabajo y generan empleo;
  • crean y satisfacen necesidades;
  • crean y elaboran productos o servicios;
  • producen y transmiten tecnología;
  • crean, transmiten y reciben manifestaciones de la cultura;
  • distribuyen y redistribuyen recursos;
  • generan, poseen y transmiten poder;
  • son medios para crear, conservar, transmitir y modificar el conocimiento;
  • son indicadores de la sociedad actual;
  • crean símbolos, imagen y prestigio;
  • posibilitan alcanzar objetivos generales y particulares;
  • permiten las vinculaciones entre individuos y grupos, los que constantemente interactúan entre sí;
  • son espacios de desarrollo personal y profesional.

Las características señaladas, que son sólo las más significativas, indican la importancia de las organizaciones en el contexto social y económico de principios del siglo XXI..

Al mismo tiempo, contribuyen a concluir que si se desea dar una única definición del concepto de organización, no se podrá hallar aquello que las englobe a todas bajo absolutamente las mismas características, suficientes para poder describirlas satisfactoriamente. Estas características han ido variando, acompañando los cambios socioeconómicos y tecnológicos ya la vez influyendo sobre ellos.


CLASIFICACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES


Existen numerosas clasificaciones de organizaciones según la línea teórica de los autores, como se ha visto al tratar de definir el concepto. Una de las clasificaciones comúnmente estudiadas es según la finalidad para las que fueron creadas. En este sentido, se observan dos tipos de organización: con fines de lucro y sin fines de lucro.

Las primeras comprenden a las denominadas "empresas", que son organizaciones cuya finalidad es la de ganar dinero. La empresa, como modelo de organización, ha evolucionado a lo largo del tiempo, en particular a partir del avance del modelo capitalista, en el cual se promueve la existencia de organizaciones que puedan crear riqueza y obtener ganancias para sí y para sus dirigentes. Algunos ejemplos de empresas son supermercados Disco, una remisería, un estudio contable, Repsol y Telefónica de Argentina.

Las organizaciones sin fines de lucro son aquellas cuyo fin está más relacionado con aspectos socioculturales, tanto en su intención de mejorar el nivel de vida de ciertos sectores de la población, como para promover el desarrollo de las artes o las ciencias. Son ejemplos Greenpeace, Luchemos por la Vida, hogares para chicos de la calle o de madres solteras, Mozarteum Argentino, Instituto Sanmartiniano, centros culturales barriales y bibliotecas públicas.

Estas organizaciones necesitan valerse de recursos económicos para perdurar, pero su distinción como "sin fines de lucro" implica que ése no es su objeto principal de actividad, sino un medio de subsistencia tanto de la organización como de su obra.


El objetivo de obtener o no obtener lucro no es la única manera de diferenciar organizaciones. Otros criterios que ayudan a distinguir diversos tipos de organizaciones son los que se observan en el siguiente cuadro.