¿QUÈ ES UNA ORGANIZACIÓN?
Para comenzar a entender lo que será
nuestro objeto de estudio, la organización, es necesario conocer en profundidad
su definición, sus perspectivas, sus alcances y sus límites.
La palabra organización tiene
distintas connotaciones. Una primera acepción la vincula al acto o acción
concreta de organizarse, como cuando se dice “estamos en proceso de
organización”, “es importante la organización de la fiesta”, “Hay que definir
la organización de la clase”, etcétera. Una segunda acepción de la palabra la
vincula a lo que se denominan tipos de organización, como Club Atlético River
Plate, Microsoft, Coca-Cola, Sociedad Rural Argentina, Musimundo, Asociación
Barrial, Garbarino, Ministerio de Economía, Iglesia Católica, etcétera. Desde
esta perspectiva, cada una de esas palabras puede ser asociada con
organizaciones distintas por cada lector.
Este libro, al denominarse Teoría de las organizaciones, hace
referencia a la segunda acepción de la palabra, aunque, a fines prácticos, se
analizará también la primera, indicando las distinciones pertinentes.
Vivimos en un mundo de
organizaciones, y es por este motivo que se han convertido en un objeto de
estudio; y así como hay distintos tipos de organizaciones en la práctica,
existen varias definiciones del concepto de organización. A continuación
veremos algunas de ellas.
Leonardo Schvarstein, reconocido
especialista en organizaciones, argentino, contemporáneo, se refiere a las
organizaciones:
·
como establecimientos – por
ejemplo escuelas, hospitales, negocios, etcétera- a los cuales se les asigna
una finalidad social determinada.
·
definiéndolas como entidades
compuestas, en tanto resulta útil para su análisis la distinción de sus partes
componentes y la interacción entre éstas;}
·
como construcciones sociales,
en tanto no existen más allá de la percepción que de ellas tiene un observador.
En esta definición podemos identificar tres aportes importantes:
·
la visión de una organización
como un “lugar” visible y reconocible;
·
nos acerca al concepto de sistema al distinguir “partes
componentes” y
reconocer
una “interacción entre éstas”, lo cual significa que en función
de una
finalidad social determinada, cada persona, sector o grupo actúa
con los
demás en función de su logro;
·
introduce el factor humano como
fundamental para la definición de una organización, en cuanto a que las
percepciones, es decir, la apreciación a través de los sentidos de un
observador humano, son determinantes para establecer ante qué organización se
está.
Nuestra opinión sobre organizaciones es parcial y relativa, tanto
acerca de su accionar como de su evolución, de sus resultados, de su utilidad o
de su valor; en síntesis, sobre su realidad. Las organizaciones pueden ser
“miradas” desde distintas perspectivas y lugares. Eso va a condicionar la
definición que se puede dar de ellas, ya sea desde dentro o fuera de ellas,
como desde una posición directiva o de base. Esto se debe a que tenemos
enfoques. Los enfoques son organizadores y a la vez condicionamientos del
conocimiento. Por ejemplo, una estación de servicios es una organización, pero
es vista en forma distinta por un consumidor de nafta, por un proveedor de
nafta, por un vecino preocupado por la ecología de la zona o por un empleado.
Los condicionantes nos llevan a construir distintas definiciones de
una organización y por ello no es posible establecer una única definición de
carácter permanente. Sin embargo, este no debe ser un factor que desaliente a
la hora de definir a la organización que estamos observando. Justamente aquí se
plantea el desafío de transitar por los distintos enfoques condicionantes y
parciales, para poder acercarnos al conocimiento de la realidad de “esa”
organización.
Bernardo Kliksberg es un reconocido experto argentino en administración
y gerenciamiento social y consultor de organismos internacionales. Él le asigna
los siguientes contenidos al término organización:
·
es una institución social;
·
es un sistema de actividades
que desempeñan sus integrantes;
·
se caracteriza por su coordinación
y crea expectativas fijas de comportamiento recíproco entre sus miembros;
·
tiende hacia determinados
fines;
·
sus características,
comportamiento y objetivos son profundamente incididos por las características
del medio económico, político, social, cultural, etcétera, en donde se
desenvuelve, determinando a su vez con ese medio un proceso de constante
interacción.
Como se observa, Kliksberg reafirma
la visión de las organizaciones como sistemas sociales, es decir, personas que
interactúan y que dependen unas de otras para el logro de los objetivos
individuales y generales, y que actúan con el medio ambiente externo. El medio
ambiente externo está formado, entre otros, por proveedores, clientes,
competidores, comunidad, gobierno, socios, otros actores sociales, y además por
la interacción entre ellos y la organización.
Kliksberg también sostiene que existe una influencia recíproca, es decir, que las organizaciones
influyen sobre el medio ambiente en el que actúan y, al mismo tiempo, son
influidas por los distintos componentes del medio ambiente.
Agrega en esta definición la idea de una coordinación –es decir, un
ordenamiento entre las acciones de las distintas personas- como método
principal para el desempeño de las distintas tareas necesarias para el logro de
los objetivos. Señala que este ordenamiento es esperado recíprocamente (unos
con otros) por cada uno de los integrantes, para poder sumar sus acciones
individuales a las del conjunto.
Donnelly Gibson e Ivancevich, en su libro Las organizaciones, las definen como “entidades que permiten a la
sociedad perseguir las aspiraciones que no pueden alcanzar los individuos por
separado” Esta definición hace hincapié en lo que sus autores denominan como
“comportamiento organizacional” Es decir, es la entidad “organización” la que
permite (en una acción dirigida) a la sociedad alcanzar determinadas
aspiraciones, metas y objetivos que cada uno de sus integrantes tiene por
separado.
Por ejemplo, si los padres (miembros de la organización familia)
quieren que sus hijos estén preparados para los desafíos de la vida, pueden
inculcarles valores acerca de lo que está bien o mal hacer, pero para completar
la información requieren que sus hijos accedan a otros conocimientos más
amplios, variados y abarcativos para que puedan orientar sus decisiones en el
futuro. Esta información complementaria y sistematizada se la proporcionarán
las organizaciones educativas, como colegios, institutos, universidades,
centros culturales, etcétera.
Esta definición contiene una orientación humanística: las personas y
sus actitudes, percepciones, capacidad de aprendizaje, sentimientos y
expectativas, todas ellas derivadas en aspiraciones, son de suma importancia
para el establecimiento de estas entidades.
Las organizaciones contribuyen
en el logro de las aspiraciones u objetivos personales de sus integrantes.
También es necesario tener en cuenta al entorno (la sociedad) que recibe, se
modifica y contribuye con esta acción. Por ejemplo, si una familia necesita una
cantidad determinada de ingresos para sobrevivir, es en las organizaciones
donde buscará, a través de su trabajo, ganar esa cantidad de dinero para
cumplir con ese objetivo. Los integrantes de esa familia podrán medir y evaluar
si los ingresos logrados (en este caso, sus objetivos o aspiraciones) son los
que ellos necesitan o desean.
Hasta aquí se han propuesto algunas definiciones sobre el concepto
de organización con distintos grados
de complejidad. Ésta es una forma de empezar a comparar. A esto se le debe
sumar el hecho de que, dependiendo desde donde se la mire y analice, se podrán
observar distintas realidades, detectar diversos problemas y generar diferentes
soluciones.
En síntesis, son ricas y diversas las definiciones que podemos
encontrar sobre organizaciones. En general, todas toman en cuenta el grupo
humano, a la coordinación de tareas y al logro de objetivos.
Los aportes que dan los diversos autores que han investigado y
escrito acerca de este tema nos acercan al conocimiento de las características
más salientes de las organizaciones y nos ayudan a comprender su gestión. Pero,
¿podemos hallar una definición única y universal de lo que es una organización?
Después de ver las características, los elementos y los tipos de organizaciones
trataremos de aproximarnos a una respuesta.
CARACTERÍSTICAS DE LAS ORGANIZACIONES
La
mayoría de las organizaciones tiene características en común:
- dan trabajo y generan empleo;
- crean y satisfacen necesidades;
- crean y elaboran productos o servicios;
- producen y transmiten tecnología;
- crean, transmiten y reciben manifestaciones de la cultura;
- distribuyen y redistribuyen recursos;
- generan, poseen y transmiten poder;
- son medios para crear, conservar, transmitir y modificar el conocimiento;
- son indicadores de la sociedad actual;
- crean símbolos, imagen y prestigio;
- posibilitan alcanzar objetivos generales y particulares;
- permiten las vinculaciones entre individuos y grupos, los que constantemente interactúan entre sí;
- son espacios de desarrollo personal y profesional.
Las características
señaladas, que son sólo las más significativas, indican la importancia de las
organizaciones en el contexto social y económico de principios del siglo XXI..
Al mismo
tiempo, contribuyen a concluir que si se desea dar una única definición del concepto
de organización, no se podrá hallar aquello que las englobe a todas bajo
absolutamente las mismas características, suficientes para poder describirlas
satisfactoriamente. Estas características han ido variando, acompañando los
cambios socioeconómicos y tecnológicos ya la vez influyendo sobre ellos.
CLASIFICACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
Existen numerosas clasificaciones
de organizaciones según la línea teórica de los autores, como se ha visto al
tratar de definir el concepto. Una de las clasificaciones comúnmente estudiadas
es según la finalidad para las que fueron creadas. En este sentido, se observan
dos tipos de organización: con fines de lucro y sin fines de lucro.
Las primeras comprenden a las denominadas "empresas", que
son organizaciones cuya finalidad es la de ganar dinero. La empresa, como
modelo de organización, ha evolucionado a lo largo del tiempo, en particular a
partir del avance del modelo capitalista, en el cual se promueve la existencia
de organizaciones que puedan crear riqueza y obtener ganancias para sí y para
sus dirigentes. Algunos ejemplos de empresas son supermercados Disco, una
remisería, un estudio contable, Repsol y Telefónica de Argentina.
Las organizaciones sin fines de lucro son aquellas cuyo fin está más
relacionado con aspectos socioculturales, tanto en su intención de mejorar el
nivel de vida de ciertos sectores de la población, como para promover el
desarrollo de las artes o las ciencias. Son ejemplos Greenpeace, Luchemos por la Vida, hogares para chicos de
la calle o de madres solteras, Mozarteum Argentino, Instituto Sanmartiniano,
centros culturales barriales y bibliotecas públicas.
Estas organizaciones necesitan valerse de recursos económicos para
perdurar, pero su distinción como "sin fines de lucro" implica que
ése no es su objeto principal de actividad, sino un medio de subsistencia tanto
de la organización como de su obra.
El objetivo de obtener o no obtener lucro no es la única manera de diferenciar organizaciones. Otros criterios que ayudan a distinguir diversos tipos de organizaciones son los que se observan en el siguiente cuadro.